Está enfadado y no sabes por qué. Tiene de todo, buena ropa, paga, sale por la noche, procuras hacerle las comidas que le gustan y en el Instituto va de aquella manera No se le puede llevar la contraria porque se pone al monte por menos de nada. Al menor comentario de cómo lleva los pelos se te encara diciéndote con cara de asco: ¿Mira lo que dice?; pero ¿Tú te viste…?… y hay que ver cómo se burla de cualquier cosa tuya.
Es tu hijo mayor y la maternidad te impide siquiera tener malos pensamientos, aunque si te dejaras llevar pensarías que no te quiere, que es malo, que te trata mal. Pero, ¿Qué cosas dices?
¿Cómo va a ser malo el bebé de ojos azules que te sonreía nada más mirarlo y que era tan guapo que la gente te felicitaba por la calle? Es verdad que ahora ya tiene 14 años, pero sigue siendo tan guapo y tan pequeño…. Sin duda son esos amigos nuevos con lo que se juntó que le llevan por mal camino: todo el día en la calle. Fumarán algún porro. El siempre fue tan inocente. Antes, jugaba con los hermanos y hasta se ocupaba de ellos cuando tenías que hacer algún recado, pero ahora los considera unos pequeñajos.
Su padre está que arde contra él por desperdiciar su futuro de esa manera. No tiene ningún interés ni le importa nada. Sólo su móvil. Eso es incuestionable. Vas con él a comprarle aquella cazadora de la que se encaprichó y él unos pasos delante de ti chateando y tú detrás, con la cartera.
Lo peor de todo es cuando vas en busca de una idea y le haces una confidencia a una amiga que tiene hijos de tus edades y sales… Trasquilada. Ella, ni siquiera sabe de que le hablas, pero aprovecha para contarte por el contrario cómo son sus hijos: los mejores de la clase, esquían como monitores y hacen voluntariado en los meses de verano. Te vas más fachada.
Ahora vamos a pensar. Tienes un hijo adolescente. En esta etapa hasta las mosquitas muertas dan problemas porque necesitan separarse de los padres para ver quienes son y de que son capaces. ¿o quieres un calzonazo pegado a su mamá el resto de la vida? ¿Sus comportamientos son tan preocupantes? Que haga caso a los amigos es normal y que no te gusten, pues puede ser. Pero, ¿te gustan tan poco como para que le puedan hacer daño?
¿Tienen mucho en común o son amigos pasajeros? ¿no estará un poco confundido él también?
¿Algo bueno tendrá? ¿No decías que se le daba muy bien arreglar toda clase de aparatos?
¿Por qué no me hablas del papel de su padre? El tuyo ya lo veo, le cuidas. Pero y ¿su padre? ¿No necesita algún ejemplo de lo que es ser hombre? Charlas de chicos, días de fútbol o de montaña o de tenis… Días para ser ellos. Quizás sea lo que inconscientemente esté reclamando y tú ahí no puedes hacer nada.
Prueba a ver. Y luego qué tal si nos relajamos un poco. Y viendo, eso sí, viendo desde la distancia. Veo que me quieres preguntar si no ¿será luego demasiado tarde? Bueno, hay que apostar. No es una buena etapa la que está pasando tu hijo. Lo bueno sería que estuvieras cerca, pero calladita, para ver si cuando está tierno, canta algo. Por si hay algo que no sabemos, o simplemente para que no se separe más de la familia.
Enterarse un poco de refilón y con discreción de lo que hacen los hijos está bien. Claro, que sin traspasar los límites del respeto y si vemos que, aunque no nos guste su comportamiento, no es excesivo (como cambios bruscos de humor, agresividad, hurtos, abuso de alcohol, consumo de drogas, escaparse de casa…), procurad no empeorad la situación riñendo por todo.
Las casas no se pueden convertir en batallas campales porque si no, acabamos produciendo lo que más tenemos. Ahora bien, hay líneas rojas que no se deben traspasar, pero en otras, hay que levantar un poco la mano y echarlas a la espalda, esperando que sean pasajeras.
Ni muy permisivos, ni muy rígidos. Confianza en nuestro papel de madres y padres y en nuestros hijos. Ojo alerta y vamos viendo, pero no se puede reñir por todo y la mayoría de las fases adolescentes se resuelven sin pena ni gloria.