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¿Por qué de repente me siento tan triste?

¿Por qué de repente me siento tan triste?

 

 

 

¿Por qué de repente me siento tan triste?

¿Te sucede que precisamente cuando hay fiestas, vacaciones, te sientes tú más triste?  ¿Quieres cerrarte en casa, por Dios y que pase pronto y volvamos a la triste vida normal? Si es así, mira a ver si te suena mi historia de hoy.

Hoy hace buen tiempo. Lo estábamos anhelando tras un período de lluvias. El fin de semana estuvimos cambiando los armarios para retirar la ropa oscura e invernal y colocar otra más fresca y colorida. Ya se acabó el curso escolar. Los niños han cerrado sus libros y guardado sus uniformes. ¿ por qué de repente me siento triste

Llegan los primeros veraneantes y se organizan salidas, paseos, baños en el mar… Todo invita a vacaciones y a reencuentros con amigos. A buen humor.

Sin embargo, yo estoy triste. Esa melancolía habitual con la que convivo, se hace más presente ahora. En invierno la justifico con las lluvias y el ambiente nostálgico, la falta de luz, el frío.

Ahora que hay una alegría desbordada, me quedo sin argumentos. Siento que cuando todo el mundo tiene planes, yo no los tengo. Siento que la anhelada y compartida espera del verano me es ajena. Casi que me molesta ese sol radiante que se cuela por mis ventanas.

Será que carezco de temperamento alegre. No suelo ser entendida, pero no puedo evitarlo. Me parece artificial tanto disfrute, tanta alegría. Me siento más sola que nunca, aunque en realidad estoy como siempre, pero hay veces en que me pesa y otras no.

Veo más carencias en mi vida de las que veo habitualmente. Este tiempo que a todos hace tan feliz a mí me pone más mustia. Tanta felicidad me irrita.”- me dice María- ¿Por qué de repente me siento triste?

“Es cuando más echo en falta aquello que no tengo. Por el invierno no lo noto tanto, primero, porque estoy muy liado y segundo, porque cuando acabo de trabajar sólo pienso en meterme en casa .

Pero ahora en verano, que parece que nos pasamos el año anhelando el buen tiempo, cuando llega , daría lo que fuera por tener con quien ir a cenar a una terraza… Es como si te enseñan un caramelo que no puedes comer. Me pone tan mal ver a la gente feliz, que casi prefiero esconderme en casa. Así por lo menos, no me recuerdan lo miserable que es mi situación” — brama Antonio.

La obligación de ser felices

En épocas supuestamente de felicidad, no es infrecuente ver a personas que en vez de contagiarse de la alegría que se manifiesta en su entorno, se sienten más tristes .

Generalmente son personas que conviven con una melancolía con la que se llevan razonablemente y cuyo sentimiento de tristeza se acentúa por contraste con los demás. Es como quien no quiere salir a entretenerse, no ya a divertirse, porque la vuelta a casa sólo le pone más triste.

Se manejan en el ambiente habitual, pero cuando sube la temperatura del ambiente, es como si su cuerpo se desangelase.

En realidad se dan pena a si mismos.

 Dos ideas:

La primera es que hay épocas del año de las que esperamos demasiado. Suelen ser el verano y las Navidades. A febrero no le pedimos nada, pero tenemos unas expectativas de felicidad absoluta para Diciembre y Agosto.

Además idealizamos la situación de los demás y por comparación la nuestra nos parece mísera. Y todo lo juzgamos con muy poca objetividad.

Ahora, ¿Qué pasa? ¿Que hay que divertirse en verano porque es obligatorio, como en Navidad?

¿De verdad quieres tantos planes? Pero, si tu de por sí, eres vagoneta y tranquilón. ¿Te ves aguantando conversaciones que no te importan nada hasta las 4 de la mañana y arreglándote como para ir de boda cada dos por tres?

¿De verdad que te gustaría?¿Te imaginas por un instante en esa situación que tanto envidias?

Y los viajes? De verdad que te cambiarías por alguien que se va de vacaciones a 40 grados con lo bien que se está en tu casa? ¿ Te ves trotando por ahí sólo porque te digan que hay que hacer turismo?

No seas ingenuo, hombre. Todas esas familias que se reúnen en las comidas de verano, ¿ crees que se llevan bien? ¿ Que no acaban discutiendo? ¿Es sólo la tuya la que acaba como el rosario de la aurora? Y la de trabajo que dan… Pobres madres…

¿Y las parejas? ¿Nadie te dijo que el mayor número de separaciones se da a la vuelta de las vacaciones? ¿Lo están pasando bien o cubriendo el expediente?

¿ y si estuvieran deseando volver a la normalidad y parapetarse tras los quehaceres diarios? Pues si que tendrán muchas ganas de pasar 15 días juntos muchos que conozco yo…

¿ y si fueras tú la envidiada?

Sí, tú, la que está sola y no tiene que tirar por nadie que no le apetece

¿ y si resulta que muchos estuviéramos deseando volver a la normalidad?

Que debajo de tanto maquillaje y sonrisa hay muchas tristezas también. Y mucho marketing impuesto.. Tanta carcajada y tanto fiesteo. ¿Tu sabes si están alegres o se obligan a estarlo? Menuda cruz ¡

La segunda es que sea como fuere, tu realidad es la que es y flagelándote por querer que sea distinta no lo vas a conseguir, ni tampoco anhelando algo que no está a tu alcance.

Hay cosas que no puedes conseguir y cosas que sí.

Pues fíjate en éstas.

Te deslumbra el que tu vecino tenga mucho éxito con las chicas y tú no te comas una rosca, pues busca ligarte a una. 1000 va a ser difícil, pero una quizás sea posible. Que no tienes pandilla, no rabies, intenta hacer una amiga.

Que no vas de crucero, ¿Qué tal un fin de semana en casa rural? .¿ Y hacer turismo en tu ciudad?

¿Qué estás solo? No hay nada permanente. Tu situación puede cambiar en cualquier momento. Aprovecha para probar tus alas. Y mira, a lo mejor tampoco estás cargando con una pareja-tostón que hay miles aunque tu las veas idílicas.

¿Que notas más las ausencias? Lo entiendo perfectamente, pero no te cierres a lo que te queda. Si lo haces, estás sumando pérdidas a las que de por sí te da la vida.

Así que no te sientas tan desgraciado.

Y ponte en marcha a conseguir algo de lo que quieres. Quizás solo lo que de verdad anhelas sea un pequeño cambio, pero como no lo sabes y sueñas con los mensajes de la publicidad…

Y quizás ni siquiera un cambio, a lo mejor te gusta tu vida como es, pero como no la ves….

Y en último término, mejor que aproveches lo que tienes hoy, a ver si luego tienes menos.

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¿Qué les pasa a los hombres?

¿Qué les pasa a los hombres?

hombres desconcertados

que les pasa a los hombres

¿ Qué les pasa a los hombres que últimamente no hay quien los entienda?

¿ Te lo has preguntado muchas veces, verdad?

También se lo oyes decir a tu madre, a tu hija, a tus amigas divorciadas. En todos los grupos de mujeres se habla de que no hay hombres y los pocos que hay no quien los entienda.

Están como pollo sin cabeza,  desconcertados. No saben cuál es su rol, ni qué se espera de ellos. Ni lo que tienen que hacer.

Ellos también piensan lo mismo de las mujeres, que no hay quien nos entienda

Veamos  varios ejemplos:

Los mayores

Antonio está jubilado. Se acogió a un plan de su empresa de jubilación anticipada a los 60 años. Bien es verdad que tenía de sobra los años cotizados requeridos, pues había empezado a trabajar de chaval. Se las prometía felices , pero le está costando un poco porque Marta su mujer estaba acostumbrada a verlo marchar por la mañana y no aparecer en todo el dìa y ahora, tenerlo atravesado por ahí…. Él mismo, se siente desubicado. Se ha modernizado y quiere ayudar con las faenas de la casa, pero no sabe qué pasa , pero nunca acierta. Si va a la compra, siempre compra lo más caro y nunca trae los garbanzos. Si pasa el aspirador, por lo visto no lo hace de la manera correcta. Todos sus intentos se convierten en un” Déjalo, ya lo hago yo, que para como lo haces….”

No puede ser tan complicado. Todo tendrá un procedimiento como cuando estaba en la oficina, pero no llega a él. Por ejemplo, quiere cocinar y apunta la proporción de ingredientes, ¿ ¿Cuántos gramos de sal es lo que pida?

Y en relación con otras cosas , él se siente joven y bueno, ya ve que esto no va a durar siempre, pero Marta nada, quita, quita, que me tengo que levantar pronto que me traen al chiquillo. El quiere aprovechar, pero su mujer se metió a abuela. Y no es que los niños no le gusten, no es eso, es que ahora que podían vivir un poco… Incluso se parece que su mujer se aburre con él. ¿ sería siempre así o es que se veían poco? – le entra la duda.

Los medianos

Carlos , de 50 años llega a la misma conclusión: a las mujeres no hay quien las entienda. La suya está siempre nerviosa, , que si le quita la razón delante de los niños, que si se aburre con él, que si no es nada romántico…

Él  calla por no discutir, pero entonces. ¿ ves , no nos comunicamos? Y tu no me entiendes… La verdad es que no mucho. El no sabe qué hacer. La ve preocupada y busca soluciones y le da consejos, pero ella se enfada todavía más. Está desahogando, sólo quiere hablar. El no sabe qué hacer, si ya se lo contó cien veces…

Pero si todo les va bien y ahora, le sale con que quiere mejorar su vida sexual. Pero, por Dios, todo el día trabajando, los chicos, el  golf… Tienen una vida sexual normal. A ver, ¿Qué quiere ella ahora? Siempre fueron iguales, así que no entiende por què a ella ahora no le basta. ¡Será la menopausia, piensa¡

¿Qué quiere? Que sea como el golfo de su amigo Arturo que no ligó un ripio de joven y ahora con ese chat de citas parece Brad Pitt.

Los jóvenes

Y los jóvenes, los jóvenes si que están desconcertados. Ellos y ellas ven las relaciones como algo temporal y en tanto en cuanto haya bienestar emocional. Y les cuesta comprometerse

Hay chicos que se las tienen que quitar de las manos textualmente y  tienen tanto donde escoger que son incapaces de estabilizarse con alguien  por miedo a perder algo mejor y los hay que, intentando acercarse a ligar en buen plan se ven maltratados por chicas que ya sufrieron por otros

Si es que más vale ser de los malos, se liga más.- se quejan.

Y las chicas con el reloj biológico marcando el tiempo. ¡ Si es que las hay con una urgencia, que sólo ven en ti un donante de semen¡ se lamentan ellos..

La verdad es que el mundo emocional femenino es mucho más complejo que el masculino .

¿No te pasa que hay ocasiones en que no te aguantas ni tu?

Las mujeres tenemos la suerte de tener amigas con las que compartir sentimientos. Los hombres tienen compañeros de juegos con los que generalmente compiten. Su vulnerabilidad se la tragan o la comparten con sus compañeras, pero raramente con otros hombres. Hasta a la hora de buscar un profesional , prefieren una psicóloga.

Tienen menos necesidad de hablar o no saben cómo hacerlo. Creen que tienen que buscar soluciones. Pero si la mayor parte de las veces las mujeres sólo queremos desahogar y al rato, quedamos nuevas…y total , vamos a hacer lo que nos parezca.

La única forma de organizar estos dos mundos, uno digital y otro analógico, es hablando. Son como dos lenguajes que hay que traducir y que la química hace más fácil.

Si quieres leer más sobre las relaciones de pareja, pincha en este enlace

los tres elementos de una relación de
pareja

¿Por que nos sentimos las mujeres estafadas sentimentalmente?

¿Por que nos sentimos las mujeres estafadas sentimentalmente?

¿Por que nos sentimos las mujeres estafadas  en el terreno sentimental?

¿Te preguntas por qué son tan difíciles las relaciones?

No eres la única ,mira lo que le pasa a Elena . Se siente estafada

Elena ha estudiado brillantemente arquitectura que es una carrera difícil, que ha completado con un máster en urbanismo y varios idiomas. Tiene una cabeza organizada y además ha invertido un gran esfuerzo. Eso le permitió encontrar un buen empleo en un sector carente de ellos. En su empresa conoció a su pareja, un fotógrafo del que se enamoró. Han decidido irse a vivir juntos. El problema es que él quiere vivir en un país exótico y ella ha decidido seguirlo abandonando su carrera y sin red.

Su familia se espanta, una carrera tan difícil y tirarlo todo por la borda… Si él casi no tiene ingresos ¿ de qué va a vivir? Y además no es como antes que se casaban y vivían del sueldo del marido. Ahora no, van a medias. Entonces, ¿ella?

Las amigas le dicen que ya encontrará algo, que lo importante es el amor y que sea feliz.

¿Por qué no le dice nadie que sea el fotógrafo el que renuncie a sus sueños en vez de ella? ¿ y no lo pueden compatibilizar yendo y viniendo hasta que encuentren algo los dos? Mira que si queda compuesta y sin novio. Y los problemas acaban con la felicidad.

Maria es una emprendedora brillante, trabajadora, eficaz. Se mueve en el mundo laboral como pez en el agua. Pelea, no da nada por perdido y tiene muchos recursos. Tanto trabajo y cualquier otra circunstancia le hace difícil tener pareja por eso mantiene una relación con un hombre casado porque eso es mejor que nada.

No tenía estos sueños. Quería tener una vida profesional y combinarla con la familiar. No sabe por qué no pudo hacerlo.  No se le dió la ocasión. Cuando era más joven estaba a otras cosas, quizás fuera muy selectiva, -piensa ahora- O simplemente no coincidió y el tiempo fue pasando

Hoy se aferra a ese hombre que la cita a ratos intempestivos, con el que se acuesta rápidamente y que la deja sola para pasar los ratos de ocio con su familia, haciéndola sentir como Penélope hasta que Ulises quiera volver.

 No sabe ni siquiera como se metió en esta situación. Pensó que la podía controlar, pero fue todo lo contrario, se fue desestabilizando poco  a poco.

Mil veces se dice que va a romper, pero es eso o nada.

Prefiere esto a estar sola aunque no se sienta nada orgullosa de ella misma.

Ya sabe que no podrá ser madre, quizás se plantee una inseminación,,

la faena del príncipe azul

Una generación entera se educó con los cuentos de Disney. El cortejo era romántico. El sueño era encontrar al príncipe azul, el que sabía proteger a su dama, el que satisfacía sus necesidades, el que encajaba perfectamente con ella, como el zapato a Cenicienta.

El príncipe la conquistaba, la despertaba a la vida ,como la bella durmiente. El era el premio porque con él se tenía acceso a otra condición, económica, social…. Ya lo decían las madres, el que acierta en el casar no tiene en que acertar. Y una vez casados se comían perdices y se acababan los cuentos.

En la realidad las cosas no sucedieron así. Elena antes del fotógrafo conoció varios chicos que iban a lo que iban directamente, ahora no engañan,  que no querían compromiso no vaya a ser que se perdieran algo mejor y que eran mas bien burdos. Es lo que hay y si te pones tonta, hala a la siguiente. Y mientras tanto, tic tac, el reloj biológico va pasando.

Tampoco el padre de Elena se parece a un príncipe azul. Es una buena persona, sin duda, pero su madre se queja de que no le acompaña en nada, que sólo piensa en sí mismo y que cuando hay problemas no lo busques. Encima, la madre tiene que compaginar el trabajo en casa con una oficina, de forma que más que mujer liberada parece machacada. Y si mira alrededor ve un montón de mujeres que les dan vueltas a sus parejas.

También es verdad que le acompaña en actos sociales y familiares donde es muy desairado verse sola y tiene mucha vida social a la que tendría que renunciar si no le tuviera a él, por no hablar de la intendencia diaria… Uf¡¡¡

El modelo tradicional

¿Qué les sucede a los abuelos? La abuela es una sufridora atenta a las demandas de su marido, Que sí, que está enfermo, pero que la va a llevar por delante. El fue criado por su madre y las tías solteras como el niño de la casa y reclama la atención que se le prometió de por vida. No piensa ni por un minuto en la mujer con la que comparte la vida. No puede, está tan ocupado consigo mismo que no ve más allá. La abuela tiene ahora un niño malcriado de 80 años.

los 3 factores clave en la relación de pareja

Conclusión

 Los roles masculino y femenino han cambiado y están cambiando, aunque a veces sólo en apariencia. Ahora hay un batiburrillo… Somos de lo más antiguo para unas cosas y de lo más moderno para otras

Las mujeres nos sentimos estafadas porque nos manipularon, diciéndonos que somos incompletas si nos falta un hombre y que había uno perfecto que esperándolo , llegaba.

Pero es justo lo contrario, el perfecto nunca llegó y cómo seguimos siendo tan incompletas como antes, sólo que más activas, pues pasamos nosotras a la caza. Cualquiera es mejor que ninguno. Ellos, ahora son los cotizados y abusan.

Y qué curioso que las jóvenes tengan comportamientos tan tradicionales sin siquiera ser conscientes de ello. ¡ Y en una época en la que la mujer tiene tantas posibilidades!

Junto con estos ejemplos hay la de hombres imperfectos que comparten compromisos con sus parejas, se ocupan de sus hijos, atienden a sus mujeres y no reclaman que se pare el mundo en su presencia.

¿ qué opinas tú? que les pasa a los hombres

¿Qué puedo hacer para animarme cuando estoy de bajón?

¿Qué puedo hacer para animarme cuando estoy de bajón?

estrategias para superar la triseza

que puedo hacer para animarme cuando estoy de bajón

¿ Qué hago cuando estoy triste?

¿Estás angustiada buscando en Google qué hacer para quitarte esa tristeza?

¿De bajón?

Pues sigue leyendo

No vamos a a hablar de psicología positiva o de cómo conseguir la felicidad en 12 pasos. No, vamos a hablar de mejorar la situación de una persona que está triste e impedir que empeore. Así, que nadie espere ideas geniales o saltos de gigante. Solo pequeñas pistas para tirar para adelante y no empeorar cayendo en un pozo lo que es mucho.

Hay personas meláncolicas

La tristeza es una emoción consustancial con las pérdidas reales o psicológicas y se quita cuando éstas se asumen. Porque en la vida no se puede tener todo y hay ganancias y renuncias. Aparte, hay caracteres tendentes a la melancolía.. Y las mujeres concretamente ven sus estados de ánimo muy influenciados por los cambios hormonales. Lo que les da lugar a altibajos emocionales difíciles de controlar.

Cuando una persona está triste o baja le resulta difícil seguir los consejos bienentencionados de las personas que la rodean. Por mucho que la  quieran y se preocupan por ella.. Aunque muchas ni siquiera la entiendan. ¿Estás baja? ¿Baja de qué?

Otras, incluso le harán sentirse culpable por no tener ganas de nada y no ver las comodidades que su vida le ofrece por contraposición a las tragedias de la vida. Pero, ¿ que te falta? Piensa en….. Entonces, si…..

Por mucho que se quiera a alguien es muy difícil empatizar si las posiciones son muy distintas. Es como sintonizar en otra frecuencia . Por eso a veces las personas no nos sentimos entendidas. Pasa con frecuencia cuando los tonos vitales son muy diferentes.

Una persona animosa, activa, con tono vital alto no puede entender que alguien no funcione de esa manera. Aunque sí pueda respetarlo y esto es mucho, pero difícilmente aconsejará adecuadamente a esa persona.

Ideas para encontrarte mejor

Dentro de este panorama hay pequeñas ideas que pueden ayudar a salir de esos momentos tristes y no caer en mayores desánimos.

Si te instalas en el papel de víctima, estás perdido. Todo lo que te pase, todo lo que veas será contaminado por esa visión de túnel y hará que te sientas peor y que no hagas nada por salir.

Si te metes en bucle de pensamientos negativos sobre lo desgraciado que eres y todo lo que te falta, te hundes más en tu tristeza y luego ¿Quién te saca?

Para no sentirse víctima, te pase lo que te pase no puedes tomarlo de forma personal. Son cosas que suceden y te tocó. Con encajarlo tienes bastante. Estás triste porque te dejó el novio? Con esto ya tienes más que bastante así que no lo proyectes al futuro pensando que no te va a querer nadie.

Tampoco puedes comparar. A no ser que lo hagas con aquellos que están peor que ti, que generalmente son una inmensa mayoría, pero no los vemos. Sólo nos comparamos con aquellos que tienen ese aspecto concreto que nos falta y nos olvidamos de todas sus carencias que también las tienen.

La buena noticia es que ese sentimiento de tristeza pasa asi que calma, que no va a a ser eterno. Este sentimiento de tristeza o de vacío que tienes hoy como no es una depresión, va a cambiar. Cambiará mañana cuando vayas a trabajar y no tengas tiempo de pensar. O cuando vengan tus hijos a verte, o cuando recibas una buena noticia o cuando veas una película/partido que te entretenga o cuando algo te active y salgas de ese bucle negativo. Así que lo mejor que haces es tranquilizarte. Hoy te tocó un día malo o una temporada si quieres, pero como no hay mal que diez años dure, pues no será eterno.

De todas formas , mejor te activas tu solo a ver si te distraes y se te quita el bajón.

Estrategias

Llora. Hay personas a la que una buena llorera les alivia y les deja nuevos. Libera toda la tensión que tienen dentro y una vez vacíos, ya se acabó. A otra cosa. No le tengas miedo a llorar, para cuando se acaban las ganas. Y se acaban.

Escribe. Vierte en el papel eso que te abruma así aflorarán tus emociones y se ordenarán.

Escucha música. La música activa los centros de placer del cerebro y transmite sensaciones positivas. Siempre y cuando no te recrees buscando canciones melancólicas o asociadas con todo lo que te pone negativo.

Sal y muévete. Pasea junto al mar, sal a correr, vete al gimnasio, gasta adrenalina que te vas a sentir nuevo. O baila. Ya sé que no tienes ganas, pero si lo haces, en seguida te entran y te distraes de tu tristeza interior. Sólo estar al sol y al aire libre es  ya beneficioso.

Llama a un amigo/amiga y le echas la llorada o váis de cañas si prefieres.

Lee. Puedes sumergirte en una novela que te haga olvidarte de ti con una historia ajena. O leer historias inspiradoras en libros de autoayuda , de personas como tú y como se manejan con la tristeza

Pero si estás más bajo y no quieres hacer ningún movimiento, por hoy te dejamos en pijama por casa y debajo de la manta.. Te dejamos que comas mal y que veas la casa hecha un asco. Pero solo hoy, mañana ponte las pilas y se acabó la tontería.

Dos cosas mas: Confía en la vida que siempre encuentra caminos y no hagas nada que empeore tu situación y si ves que tu tristeza persiste, pide ayuda antes de caer en una depresión.

lo único que importa en la vida. 9 claves para ser feliz

¿Es tóxica mi relación de pareja?

¿Es tóxica mi relación de pareja?

la dependencia emocional

amores tóxicos que hacen sufrir

Amores tóxicos; ni contigo ni ti 

¿Tienes dudas de que tu relación de pareja sea tóxica?

¿Te echas la culpa cuando no funciona?

Sigue leyendo a ver si te suena .

«Ni contigo ni sin ti, tienen mis males remedio » es el título de una copla que narra los amores tormentosos de una pareja. Deseando estar juntos para cuando están, estallar y separarse; luego se añoran, se juntan y entran en bucle.

No sabríamos explicar que les pasa. Hay personas que necesitan de emociones fuertes y revivir continuamente el momento pasional del enamoramiento, el cortejo. Eso lo manejan bien. Lo que no pueden soportar es la intimidad. En cuanto la emoción se atempera y entran en la rutina de la vida cotidiana, se agobian y chocan, separándose sin más.

Entonces, empieza el vaivén. Les asusta la soledad, se echan de menos. No se dan tiempo. Como sus relaciones son tan intensas no saben como llenar ese vacío. Se idealizan. Recuerdan solo lo bueno, la seducción del cortejo y con ella en la retina, vuelven a reanudar su relación. Así, hasta la próxima crisis.

Estás pensando en,  que las reconciliaciones son tan buenas…, verdad? ¿Y el desgaste emocional? ¿ Evolucionáis como pareja, como seres humanos? ¿Tenéis proyectos en común? ¿ Estás segura de tu relación? .

En definitiva:  ¿ Estáis juntos o no?

Así no se puede vivir, pero vivís. Y así os va  pasando el tiempo, en continuo carrusel . Y así ,pueden pasar 10 años.

No existe una sola explicación para este comportamiento. Lo que si parece lógico es que si una pareja funciona en modo crisis-reconciliación-crisis es que necesitan ayuda. O bien para establecer una relación realista o bien para romper. Las parejas deben fluir aunque tengan dificultades ocasionalmente.

Si tu relación es una continua vorágine, quizás no encajéis como pareja o quizás necesitéis  aprender a encajar.

El primer tópico que se debe romper es que un compañero te va a llenar por completo. Hay quien realiza unas demandas omnipotentes a su cónyuge, pero las cosas no funcionan así. Nadie es perfecto. Nadie cumple totalmente las expectativas de otro, por lo que hay que aprender a no esperar tanto, a aceptar cierta dosis de decepción y a complementar las carencias con otras fuentes como amigos, hobbies, vida interior…¡ qué daño nos hizo el mito del príncipe azul ¡

A convivir se aprende. Dejando al lado los modelos familiares y apostando por una situación nueva sin prejuicios ni comparaciones. Así como aprendiendo a gestionar las dificultades. Es eso de cogerle el punto y echar cosas a la espalda.

También es verdad que si bien todos tenemos defectos, los hay que molestan más. Y eso tiene que ver con los valores de cada uno, de forma que unos soportamos unas maneras de ser que otros rechazan frontalmente. Y viceversa. No podemos aunque queramos porque nos chirrían. Es eso de estar en la misma o diferente onda.

Y una cosa es que una pareja que alguna vez funcionó se rompa desgastada por el tiempo o por cualquier otro factor y otra muy distinta que estemos empeñados en llamar pareja a lo que es una relación inestable desde el principio.los 3 pilares más importantes en la relación de pareja

¿Te  has aferrado  con tanta ansiedad a él que has olvidado la poca felicidad que te da?

¿Enganchada al hombre que te sedujo sin darte cuenta  de que en realidad es el mismo que ahora no te trata bien?

Te cogió en un momento débil, lo se, pero ahora ¿qué esperas para irte? ¿No ves que no hay nada más?

 Ésta  que ves es su verdadera cara, lo otro fueron las plumas del pavo real desplegadas para seducir.

Tan malo es arrojar la toalla a la primera como empeñarse en encajar a toda costa

Una pareja ha de establecerse bajo el enamoramiento, pero ha de pasar a la complicidad y al compromiso. Esos son los pilares en menor o mayor medida sobre los que se asienta. Y tiene que fluir, luego la vida ya le irá dando dificultades, pero si ya de principio tiene muchas…. o se comprometen a resolverlas o si, tras un tiempo prudencial no tira, no tira.

Haz un test para comprobar cuánta felicidad tienes

La exigencia de ser perfectos. ¿ Es posible la perfección?

La exigencia de ser perfectos. ¿ Es posible la perfección?

doña perfecta. La exigencia de ser perfecta

La exigencia de ser perfectos

Eres tan buena que no tienes fallos. El único fallo es ese, el que no tienes. Tu vida familiar, maravillosa. Un marido que te adora, dos hijos ya mayores . Eres una profesional intachable. La primera en entrar, la última en salir.

No es que tengas una carrera muy brillante, pero sí todo en punto. Nunca nada retrasado. Todo en orden, todo limpio, todo en su fecha.

No sabes lo que es llegar tarde por dormirse. Tampoco tienes el pelo desordenado o con necesidad de ir a la peluquería. Cuidas tu imagen con tanto esmero que siempre estás impecable, pareciera que no sudaras ni siquiera cuando vas al gimnasio.

Eres serena en los momentos clave. Mientras todas gritamos, tú estás aún más calmada que nunca. Ni siquiera te desesperas cuando te crecen los asuntos en el despacho.

Buscas tareas. que hacer .Te haces la imprescindible asumiendo tareas que no te corresponden y que nadie te valora porque te ofreces antes de que te lo pidan. Debe ser que así te sientes útil o quizás no sepas que se puede ser de otra forma.

Todo lo que se ve de ti es perfecto, pero tu interior bulle. Te exiges tanto a si misma, tienes tanto miedo a fallar que tu cuerpo batalla entre lo que eres y lo que quieres parecer..

Escondes tu inseguridad bajo esa rigidez, no vaya a ser que alguien se de cuenta y te lo reproche. Cuando estás nerviosa, sueltas un rollo sobre como son las cosas y las vivencias que tienen los demás como si oyéndote,  tranquilizaras tus nervios.

La procesión te va por dentro. Tienes malas digestiones, frecuentes dolores de cabeza y permanentemente, insomnio. En vez de cansarte el alma, te duele el cuerpo. Pero no te enteras de la sobrecarga que llevas. Te quedas en los puros síntomas.

El médico, un poco harto, no sabe cómo hacerte ver que estás somatizando, que no es el estómago lo que tienes mal.

Pero tu no quieres oirlo.

No quieres ver tampoco la condescendencia de tu marido reculando en tantas ocasiones para darte la ocasión de hacerte la imprescindible.

Ni a los hijos cuyo temperamento adolescente no encuentra espacio en la perfección. Uno de ellos, más sumiso, se ajusta al perfil familiar; el otro, sin embargo se rebela ante la frialdad emocional de la familia con un comportamiento errático.

Todavía no sé si eres cautiva de tu propia virtud o que tienes tanto miedo a que no te quieran que tienes que retarse continuamente.

Seguro que fuiste la niña lista de tu familia, admirada y jaleada por todos. Hasta el punto de que te creíste que éste era tu rol y lo desempeñas de continuo, como si no existieran los tiempos muertos o el “dejadme en paz”.

Potenciaron en ti la niña buena que fuiste, tan complaciente, tan calladita, tan madura para tu edad… Tanto que, interiorizaste los mensajes paternos y luego , es tu  vocecita interior la que te azuza.

A los demás nos produces admiración y también un poco de hastío. Eres buena chica, dice todo el mundo, y tan completa…que hasta cierto punto irrita. Nos hace justificarnos por tantos defectos como tenemos

Puede que la descripción de este perfeccionismo esté llevado al extremo. O quizás no. Hay muchos personajes en las películas o en la vida diaria semejantes. Personas que construyen mundos ideales y que se aferran a ellos por encima de todo. Porque su vida tiene que ser perfecta y de otra forma no les vale.

Pero ¿Qué hay de perfecto en la vida? Si todos tenemos dos facetas, la cara y la sombra. Lo aceptable socialmente y lo reprimido. Todos tenemos demonios interiores que nos avergüenzan y nos asustan.

Porque esto forma parte de la complejidad y riqueza del ser humano. Pertenecen a nuestro mundo privado e intimo y ahí quedan. Es nuestro inconsciente .Salen en la expresión artística y en los sueños, pero no se mezclan con nuestra vida real.

No se cuelan en la vida consciente. Saben cual es su sitio. Por eso no hay necesidad de construir un muro emocional. No hay por qué tener a raya los sentimientos. Se van manejando solos. No se desparraman. No nos devoran.

De la imperfección sale nuestro entronque con los demás y eso constituye nuestro punto de encuentro. Sintonizamos por la vulnerabilidad, porque necesitamos. Y porque apeados de nuestras diferencias sociales o económicas, somos iguales, seres imperfectos con necesidad de ser queridos y miedo a no serlo.

Déjale ir

Déjale ir

Te has despertado sobresaltada. Una noche más de tantas. Ya casi has olvidado cuando dormías bien. Se volvió a colar en tus sueños. Te levantas con mal sabor de boca, airada. Tu primer pensamiento del día es un mal deseo para él. Hijo de … Desgraciado. Maldices el día en que lo conociste. Te destrozó la vida.

Fue la revoltura de verle ayer en los vinos acompañado. Parecía contento aunque la que iba con él era algo vulgar. Claro, los hombres ya se sabe, lo que buscan, serán imbéciles, una rubia más joven que ellos… Ridículo..

Antonia, llevas 5 años divorciada. Es verdad que te casaste para toda la vida. Por lo menos, eso creías .También lo creyó Juan en su momento, para luego ir lentamente hartándose de su matrimonio. Aunque su vida solo saltó por los aires cuando apareció otra. Otra, que en realidad no fue nadie, sólo el espejo que le reflejó su propia tristeza.

¿Cuánto hace de esto? ¿Y no se te va a olvidar nunca? Vale que él rehízo su vida y tu no.¿ Y qué? ¿ Vas a competir? ¿Quieres demostrarle que a ti también te desean? ¿Que vea lo mucho que se perdió? Al principio, cuando él se fue, rota de despecho te subías en los tacones, acortabas la falda y te ibas con las amigas de fiesta por si le veías, por si él te veía y se daba cuenta de que no podía estar sin ti. Sábado tras sábado lo intentabas y todas las noches volvías a casa derrotada.

También hubo algún escarceo que te ayudó a añorarle aún más. ¿Que lo pasaste mal?. Claro que sí. Esa rabia que en su momento te hizo salir de la cama, hoy sigue viva en ti. Basta con que oigas el nombre de quien una vez fue tu pareja para que cambies tu rictus. Pero, chica, ya pasó. Te lo decimos todas, pero no nos haces caso.

Sigues buscando explicaciones a su conducta y culpabilizando a amigos, a aquella chica… Por Dios, no le des mas vueltas. Se acabó el amor. Es triste pensar que tantas ilusiones quedaron en nada, que los caminos fueron divergentes y que nada va a volver a ser igual. Es triste pensar que tú le quieres , pero que él no va a volver y que no hay nada que puedas hacer.

Llora y llora hasta que no tengas lágrimas, pero termina por encajarlo. Es lo que hay.

Y cuando por fin lo comprendas, pasa página. Hazlo por ti, porque es a tí a quien la rabia envenena. Ere tú la que queda anclada al pasado. No le regales tu tiempo, no le regales tu energía. Dale la libertad a él porque eso te la dará a ti .Pon el contador a cero y vive. Que hay toda una vida mas allá de él.

Asi que bloqua el whatsup, el facebook y cierra la puerta

¿Existe la suerte ?

¿Existe la suerte ?

la fortuna

la suerte existe

¿Quien dice que la suerte no existe?

Era un número más en el bufete de abogados. Gris, podríamos decir. Quizás hasta mediocre. No destacaba por nada. Uno de tantos. Es verdad que había estudiado derecho y se había licenciado, y que también le habían contratado en esa prestigiosa firma después de un período de prácticas. Con él, a unos cuantos más de su promoción. Todos, con largas jornadas laborales y un sueldo mileurista. La mayor parte de ellos, recomendados. Él, sin padrino conocido.

Esto, que en principio era un hándicap, fue el determinante para su golpe de suerte. Cuando llegó el momento de elegir un puesto directivo en la empresa, había tanto partidismo y tanta división entre los socios principales que por miedo a elegir a alguien protegido de otro bando, eligieron al que nadie quería. Resultó elegido por mayoría.

¿No existe la suerte?

Una película de la 2. No sé su título. Sucedía en Australia. Parecía una simple historia de amor entre dos personas de distintas culturas. Ella, una ruda australiana; él, un exquisito japonés. No parecían destinados a entenderse. Se enamoraron, sin embargo, tras unos cuantos enredos. Disfrutaban de ese momento de encuentro cuando ella, jugando, le encamina a una poza que conocía en medio del desierto.

Ella entra por una orilla en el agua y riendo, le reta a que la siga. El, se presta a hacerlo. De repente, en un momento preciso cambia su trayectoria y se dirige maliciosamente juguetón a una roca. No era muy alta. La mira y se tira de cabeza. Es un día soleado.

Tarda en aparecer en la superficie. Ella, riendo, protesta. El espectador supone que esté enredando entre sus piernas; que sea un buen buceador; que se haya alejado sin ser visto. El agua es transparente. No se le ve. Ella se impacienta. Nos impacientamos todos.

Ella se acerca a la roca desde la que se tiró. Entonces aparece. Todos nos sentimos aliviados. No se mueve. Lo agita, nerviosa. Le riñe por haberla asustado. Sigue sin moverse.

Ella empieza a comprender que algo le pasó. Los demás también. Tiene el cuello roto. Ella, se desespera, incrédula. Los demás estamos en estado de shock. La secuencia se repite una y otra vez en nuestra mente como si a fuerza de pensar pudiéramos darle otra vez ese segundo en el que se desvía de su camino.

Ese instante fatídico. El sol sigue brillando. Se refleja en el agua de la poza. Todo está tranquilo. El cuerpo joven, inerte.

¿Y la mala suerte?

Existe la suerte desde que naces. Puedes nacer en familias que son cariñosas, que tienen posibilidades económicas, que viven en un mundo desarrollado. Existe la suerte de nacer con una genética privilegiada. Incluso de tener una lengua materna que en sí misma supone un modo de ganarse la vida.

Existe la suerte en las decisiones que tomamos, en los caminos que emprendemos, en las personas con las que nos involucramos.

Existe la suerte de perder el tren que descarrila, de encontrar una oportunidad en medio de la nada. Y también la de tomar la decisión fatídica, la de que te anulen un examen de la oposición que llevas tiempo preparando porque alguien te tira accidentalmente un café.

Damos por supuesto todo lo bueno que nos sucede y nos quejamos por injusto de lo malo. ¿Por qué tendrías que ser tú un favorecido de la fortuna? ¿Porque te lo mereces? ¿Porque te esfuerzas y trabajas duro? No seas soberbio, claro que esto ayuda, pero no es todo. Cada uno juega sus cartas, pero la vida juega también las suyas.

No pretendo que seas derrotista, pero sí que agradezcas todo aquello que te ha sido regalado, porque podía ser que no. Y sean cual sean tus circunstancias que te maravilles de aquellas que te son favorables.

Y como no sabemos lo que nos espera y a dónde nos llevan nuestros caminos, seamos optimistas, sigamos trabajando y pensemos en que la suerte nos acompañe.

Las cosas en su justa medida

Las cosas en su justa medida

 

 

adolescente enfadado

Está enfadado y no sabes por qué. Tiene de todo, buena ropa, paga, sale por la noche, procuras hacerle las comidas que le gustan y en el Instituto va de aquella manera No se le puede llevar la contraria porque se pone al monte por menos de nada. Al menor comentario de cómo lleva los pelos se te encara diciéndote con cara de asco: ¿Mira lo que dice?; pero ¿Tú te viste…?… y hay que ver cómo se burla de cualquier cosa tuya.

Es tu hijo mayor y la maternidad te impide siquiera tener malos pensamientos, aunque si te dejaras llevar pensarías que no te quiere, que es malo, que te trata mal. Pero, ¿Qué cosas dices?

¿Cómo va a ser malo el bebé de ojos azules que te sonreía nada más mirarlo y que era tan guapo que la gente te felicitaba por la calle? Es verdad que ahora ya tiene 14 años, pero sigue siendo tan guapo y tan pequeño…. Sin duda son esos amigos nuevos con lo que se juntó que le llevan por mal camino: todo el día en la calle. Fumarán algún porro. El siempre fue tan inocente. Antes, jugaba con los hermanos y hasta se ocupaba de ellos cuando tenías que hacer algún recado, pero ahora los considera unos pequeñajos.

Su padre está que arde contra él por desperdiciar su futuro de esa manera. No tiene ningún interés ni le importa nada. Sólo su móvil. Eso es incuestionable. Vas con él a comprarle aquella cazadora de la que se encaprichó y él unos pasos delante de ti chateando y tú detrás, con la cartera.

Lo peor de todo es cuando vas en busca de una idea y le haces una confidencia a una amiga que tiene hijos de tus edades y sales… Trasquilada. Ella, ni siquiera sabe de que le hablas, pero aprovecha para contarte por el contrario cómo son sus hijos: los mejores de la clase, esquían como monitores y hacen voluntariado en los meses de verano. Te vas más fachada.

Ahora vamos a pensar. Tienes un hijo adolescente. En esta etapa hasta las mosquitas muertas dan problemas porque necesitan separarse de los padres para ver quienes son y de que son capaces. ¿o quieres un calzonazo pegado a su mamá el resto de la vida? ¿Sus comportamientos son tan preocupantes? Que haga caso a los amigos es normal y que no te gusten, pues puede ser. Pero, ¿te gustan tan poco como para que le puedan hacer daño?

¿Tienen mucho en común o son amigos pasajeros? ¿no estará un poco confundido él también?

¿Algo bueno tendrá? ¿No decías que se le daba muy bien arreglar toda clase de aparatos?

¿Por qué no me hablas del papel de su padre? El tuyo ya lo veo, le cuidas. Pero y ¿su padre? ¿No necesita algún ejemplo de lo que es ser hombre? Charlas de chicos, días de fútbol o de montaña o de tenis… Días para ser ellos. Quizás sea lo que inconscientemente esté reclamando y tú ahí no puedes hacer nada.

Prueba a ver. Y luego qué tal si nos relajamos un poco. Y viendo, eso sí, viendo desde la distancia. Veo que me quieres preguntar si no ¿será luego demasiado tarde? Bueno, hay que apostar.  No es una buena etapa la que está pasando tu hijo. Lo bueno sería que estuvieras cerca, pero calladita, para ver si cuando está tierno, canta algo. Por si hay algo que no sabemos, o simplemente para que no se separe más de la familia.

Enterarse un poco de refilón y con discreción de lo que hacen los hijos está bien. Claro, que sin traspasar los límites del respeto y si vemos que, aunque no nos guste su comportamiento, no es excesivo (como cambios bruscos de humor, agresividad, hurtos, abuso de alcohol, consumo de drogas, escaparse de casa…), procurad no empeorad la situación riñendo por todo.

Las casas no se pueden convertir en batallas campales porque si no, acabamos produciendo lo que más tenemos. Ahora bien, hay líneas rojas que no se deben traspasar, pero en otras, hay que levantar un poco la mano y echarlas a la espalda, esperando que sean pasajeras.

Ni muy permisivos, ni muy rígidos. Confianza en nuestro papel de madres y padres y en nuestros hijos. Ojo alerta y vamos viendo, pero no se puede reñir por todo y la mayoría de las fases adolescentes se resuelven sin pena ni gloria.

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La Resiliencia o cómo siempre hay esperanza

La Resiliencia o cómo siempre hay esperanza

Para empezar con el blog, vamos hablar de esperanza aún en los momentos más duros.

Manuel fue feliz durante muchos años, tantos cuantos su madre vivió. Tenían una relación muy estrecha, hasta cómplice. Con su padre era distinto. Él era de naturaleza fría quizás porque se había criado en circunstancias difíciles. Realmente no le importaba, lo veía poco y quien se ocupaba de él era su madre.

Un día de verano en el que habían salido a pasear, él entonces tendría 7 años, sufrieron un accidente y su madre murió. Manuel quiso cruzar precipitadamente la calzada en pos de un perro y su madre lanzándose a evitarlo fue atropellada. Aquel día se rompió por dentro.

A partir de entonces quedó a cargo de su padre quien no era capaz de sobreponerse a su propio dolor. No hubo tiempo para él, ni para sus sentimientos y quedó a merced de si mismo y de su culpabilidad por la muerte de su madre. Se esperaba que se comportara con normalidad y que siguiera para adelante sin dar problemas. Pero él, herido de muerte los daba.

Y dio uno tras otro en un camino errático. Y hay que decir que su padre lo intentó, pero desconociendo el lenguaje afectivo no logró ningún acercamiento. Era todo muy formal y Manuel necesitaba otra cosa, aunque él mismo no sabía qué.

Pasó el tiempo y ya adulto, mientras estaba internado en una clínica de desintoxicación pagada por su padre en sus muchos intentos de recuperación de su alcoholismo, conoció a una chica que  se enamoró de él y que vió su dolor bajo la apariencia de agresividad que entonces tenía.

El  hizo lo posible por alejarla, pero ella con paciencia siguió apostando por él y en un proceso que no fue fácil, Manuel empezó a relajarse, a ver en él cualidades, a recordar otro tiempo en el que sí fue querido, a abrirse a la posibilidad de que se pudiera repetir… Y conectó con su dolor, con el momento en que su vida se torció y empezó a entender, a perdonarse y a perdonar; a sanar y se convirtió en resiliente.

Para ser resiliente, para superar un trauma se requieren dos cosas: una, haber vivido una situación anterior a él en la que tu vida fuera mejor, en la que te sintieras querido y alguien que despierte tu recuerdo.

Ese alguien puede ser una pareja, un maestro, un amigo, un terapeuta. Y puede ser cuando el dolor permita abrir una vía.

Empezamos el blog deliberadamente por algo duro, la situación de extremo daño en una persona; esto se aplica a supervivientes de torturas, a niños abandonados y abusados o a cualquier atrocidad que podáis pensar. Esto es lo duro, y lo esperanzador es que aún en esos casos extremos hay cura. La cura se llama resiliencia. Encajar el trauma y salir fortalecido porque tuviste alguien que te tendió la mano, probablemente unas cuantas veces hasta que viste que era para ti y a través de esa mano recordaste cuando los tiempos fueron mejores y  eso avivó tu deseo de salir y la creencia de que era posible.

Esto es la resiliencia. Lo duro, vivir situaciones extremas; lo esperanzador; que aún de ellas se puede salir y vivir una vida feliz.

Vamos a por ello.

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