¿ Se puede cambiar?
¿ Te lo has preguntado muchas veces, verdad? Sobre todo cuando piensas en esa persona concreta que te desespera y tu lo intentas una y otra vez.
Déjame que te cuente la historia de dos hermanas: Ana y Lucía, sacadas del mismo padre y de la misma madre.
Ana es una persona plácida, pachorruda que se diría en lenguaje vulgar. Es de carácter fácil y llevadero. No es que sea de gran iniciativa, no, ella más bien es de vuelo raso y de las que necesita que la empujen. ¿ Fue siempre así? Si, siempre fue tranquilona aunque se le agudizó ahora de mayor. Debe ser que con los años se fue relajando y ya no hace esfuerzo ninguno por disimular.
Su hermana Lucía es lo contrario. Quizás por eso de que en las familias se compensa y si uno es muy eso, el otro tiene que ser muy lo otro para que le vean. Pues bien, Lucía es inquieta. De pequeña era , cuando nadie sabía lo que era la hiperactividad, simplemente traviesa. Quien la ve y quien la vio. Era puro nervio. Saltaba por todo y todo para ella era una causa a defender.
La edad la fue calmando, como a su hermana. Los avatares de la vida la han ido templando, que total para cuatro días que se vive…
Hoy con unas cuantas décadas a sus espaldas y bastantes arrugas, no diríamos que es pachorruda, pero serena sí que lo es.
¿ Se puede cambiar? ¿ Es una pregunta que te haces frecuentemente referida a ti y a los otros, cuando quieres darles un meneo para que te hagan más felices?. Es una pregunta de respuesta según se quiera.
Se cambia. ¿O es que tu no has cambiado,? ¿tu eres la misma que se comía el mundo de adolescente?¿ Recuerdas lo ingenua que eras? ¿Eres igual ahora?. Entonces, ¿ levitaste sobre la vida y ésta no te dejó huella?
-Sustancialmente , soy la misma- me respondes.
-Ya- eso crees tu.
Tienes el colmillo más retorcido, eres menos ingenua y también menos vehemente. Hay muchas cosas que hoy pasas que antes te faltaba tiempo para lidiar. Creías que solo había una forma de hacer las cosas.
-¿Te acuerdas? ¿ Y lo que sufriste por cosas que nunca te pasaron? Ahora lo que no te afecte directamente, como que…
Claro que se cambia . Se cambia con la edad porque nos hacemos màs sabios ¿ o quizás más maníaticos? No dije que cambiáramos para mejor. ( Allá cada uno)
También cambiamos cuando la vida se nos levanta de patas. Esa crisis, ese accidente, ese acontecimiento inesperado que nos rompe la confortable rutina y nos pone a prueba. Ahí, claro que cambias. No te queda otra. O te adaptas o te mueres. O languideces que no sé si es peor. Como aquella señorita de una obra de Antonio Gala que esperó tarde tras tarde, durante 20 años a su amado. El mismo traje, la misma hora. La cara vieja, viejo el cuerpo, creyéndose la misma joven que una vez fue.
Siempre hay quien se queda encogido y agarrado a su silla mientras la vida le sacude. ¿Esto a mi? Imposible. Yo quiero, exijo, que vuelva mi mundo de ayer. Y mientras el tiempo va pasando, vive de los recuerdos.
Se cambia con terapia psicológica. Para eso se va, no? Allí aprendes a hacer y sobre todo a ver las cosas de otra forma, a relativizar y a destruir esos principios que de tan sólidos que son, te machacan. Se amplían horizontes y se encuentran distintas salidas cuando sólo se creía una posible
Bien es verdad que uno tiene una tendencia natural que le impide darse la vuelta del revés . Es más ,cuando vemos que uno pasa de una posición a la opuesta, en realidad solo es un cambio físico, pues la tendencia escondida es la del extremismo y ésta se mantiene.
El temperamento es el temperamento. Hay caballos pura sangre y éstos no podrán domesticarse como percherones. Tienen una raza que les sale de dentro y les caracteriza. Hay personas que son líderes natos, otras son conciliadores de por sí; los hay exhibicionistas y otros son vergonzosos; unos son realistas y otros siempre persiguiendo la utopía. Ese cambio de 360 grados no existe. Es como meter un animal salvaje en una jaula. Sólo podrá estar a costa de sí mismo y además en cuanto pueda se escapará.
¿ Me estoy contradiciendo?. No. Pongamos un ejemplo. El carácter impulsivo y primario de quien salta por nada y se dispara no creo que pueda evolucionar nunca a un carácter mas reflexivo que elabore internamente lo que le pase y tarde una semana en reaccionar.
No, siempre tendrá esta tendencia a que le hierva la sangre. Con una terapia adecuada aprenderá a templarse, a dispararse menos veces y con menos intensidad. Ahora bien en una situación muy crítica tenderá a volver a hacerlo, vamos que no le va a dar por hacer zen.
Hay el cambio voluntario y el involuntario. El involuntario ya te lo sirve la vida y el que tienes que trabajarte tu requiere de motivación. ¿Cuando se hace? Cuando te das cuenta que si sigues así pierdes mucho, ya sea tu pareja, tu salud o tu trabajo. ¿ que no quieres? Pues oye, mira lo que te estás jugando
Pero esto también requiere una conciencia de que algo estás haciendo mal. El darse cuenta de que tienes responsabilidad en lo que te está pasando. Eso es lo primero. Lo segundo que te merezca la pena hacer el esfuerzo para cambiar. O sea que te motives
– Con la edad que tengo,¿ cómo voy a cambiar?
-Es que yo soy así.
– Chico, pues no seas. ¿ No ves que dejas a tu mujer temblando cada vez que explotas?. Si, que ya se que se te pasa a los 5 minutos. Pero mira cómo le queda a ella el cuerpo.
-Es que yo siempre lo hice así.
-Pues así te fue. Mírate qué contentos están todos a tu alrededor. ¿ qué tal si pruebas a hacerlo de otra manera?
-Lo que me faltaba… A mis … cuarenta tacos voy a ponerme yo a…
Pero si nos está dando la vida palos que ni te cuento. Si las parejas son hasta que nos vaya bien, los trabajos duran lo que duran y casi nadie encuentra oficio para el que se preparó. Cuando pasamos toda la vida ahorrando para comprar una casa, ahora resulta que lo que teníamos que haber hecho era alquilar.
Vivimos más años que nunca, habiendo desaparecido lo supuestamente establecido para cada década. Vamos, que tienes hijos a los cuarenta y pico y te enamoras a los que puedas. Y además la palabra de moda es reinventarse. Y con este panorama me dices : «es que yo soy así.” ¿ Pero cómo así? ¿ Asi antes de que te divorciaras, antes de que la familia feliz que habías formado se dispersara mundo adelante, antes de que “ a mi eso no me pasaría nunca”?
Pues mira, que no hemos tenido que tragar todos…
Pilar,
¡Felicidades por ese post! Más claro, ¡imposible!
Me han encantado las historias de Ana y Lucía y todos los ejemplos con los que acompañas a tu explicación para que ésta sea muy digerible, mucho más: apetecible con glotonería. La historia escrita por Gala, los caballos pura sangre, todo ello hace que nos sintamos reflejados en muchos momentos.
¿Y quién no ha puesto resistencias a los cambios en su vida? ¿Y quién no ha llegado después a la conclusión que resistirse era alargar el sufrimiento?
Me parece un post precioso y muy interesante.
¡Un abrazo!
Carme
Gracias, Carme. Me alegro mucho de que te haya gustado. Un abrazo, Pilar
Pilar,
Muy interesante el artículo, me cae como anillo al dedo, uf para aplicarlo con mis grupos de familias, es uno de los preferidos para este nuevo año, baje varios de tus artículos, excelentes. Muchas gracias por permitirme leerlos y sobre todo poderlos aplicarlos a la vida a nuestras vidas …
Ah ¡ Pilar,
Me gustaría tener “Los 6 pasos para lograr el equilibrio emocional”
Guía para que conozcas cómo funcionas, veas lo que no fluye en ti y logres tu propio equilibrio psicológico. Creo que me serviría mucho para multiplicarlo. Intento bajarlo de donde me dices y sale este aviso: ha sido suscrito anteriormente con esta dirección de email.
Me gustaría que me lo mandaras. Muchas gracias, que Dios la bendiga, un abrazo
mariae